CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

Investigadora del CONICET participa del estudio de un yacimiento subacuático de más de 5 mil años de antigüedad hallado en Italia


Laura Caruso Fermé es investigadora adjunta del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET) y es la arqueóloga responsable del estudio de todos los artefactos y restos de madera del sitio subacuático “La Marmotta”, que se encuentran en el Museo Delle Civiltà en Roma. La científica es especialista en arqueobotánica, la disciplina que estudia la relación y la interacción de las sociedades del pasado con el entorno natural a partir de los restos vegetales. “El estudio de artefactos de madera es otra posibilidad de poder apreciar el conocimiento que los integrantes de un grupo podían tener del entorno vegetal que ocupaban. Los modos de adquisición y tipos de uso de la madera reflejan en parte, la organización social de un grupo, sus formas de vida y ciertas elecciones culturales”, asegura.

La arqueóloga organiza y planifica los distintos tipos de análisis que se realizarán en los restos y artefactos de madera en el propio museo de Roma. “Lo extraordinario del sitio La Marmotta es la diversidad y cantidad de materiales que se han podido recuperar y el buen estado de conservación en que se encuentran. Hasta ahora solo se excavó el 25 por ciento del sitio y se encontraron cinco canoas, hoces, restos textiles, restos de comida y se podría enumerar una larga lista de distintos tipos de artefactos confeccionados en madera”.

En el primer viaje que realizaron a la excavación, según cuenta la científica, el estudio estuvo centrado en aquellos artefactos de madera vinculados con la navegación y las actividades agrícolas. Entre los artefactos vinculados a la navegación se destacan cinco canoas perfectamente conservadas. “Las canoas estudiadas poseen aproximadamente diez metros de longitud y demuestran un gran trabajo de confección. En sus laterales tienen incrustadas unas complejas piezas de madera, que evidencian una tecnología naval hasta ahora desconocida para la época Neolítica. A partir de los estudios que estuvimos realizando pudimos comprender qué tipo de madera se utilizaba y cómo se la trabajaba para obtener estas piezas. Para este segundo viaje nos proponemos realizar un trabajo experimental para poder comprender el uso específico de los artefactos de madera vinculados a la actividad de navegación”.

En lo referente a los materiales relacionados con la agricultura la arqueóloga analizó la madera que se utilizó como materia prima y la técnica de fabricación de palas para batir cereal y hoces. “En base al análisis de la microanatomia de la madera pudimos identificar las especies con las que se confeccionaron estos elementos. Esto nos permite entender, por ejemplo, si existía algún tipo de selección de la madera utilizada en la fabricación de los distintos artefactos”.

En septiembre, la científica viajará por segunda vez al Museo Delle Civiltà en  Roma, luego de haber analizado varias muestras en el laboratorio de arqueología del IPCSH-CONICET, en Patagonia. En este nuevo viaje continuará estudiando una serie de artefactos de madera para obtener y aportar nueva información acerca de esta sociedad del Neolítico. “El estudio de estos objetos, permite tener un mejor acercamiento al modo de vida de estas sociedades, comprender su relación con el ambiente en el que se desarrollaban y el conocimiento que tenían en cuanto al uso de los recursos, en este caso, los recursos vegetales”, concluye.

Laura Caruso Fermé fue convocada a participar en el proyecto Expansión y desarrollo del neolítico en el Mediterráneo central: tecnología y producción de alimentos en el asentamiento lacustre de La Marmotta (Roma, Italia) dirigido por los Dr. Mario Mineo del Museo Delle Civiltà de Roma y Juan Gibaja del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Barcelona), por su amplia experiencia en el estudio de artefactos y restos de madera recuperados en sitios arqueológicos. Parte de los resultados obtenidos hasta la fecha serán presentados por la Dra. Caruso Fermé en el 7th International Anthracology MeetingCharcoal Science in Archaeology and Palaeoecology (Liverpool) y en la 1st Conference on the Early Neolithic of Europe (Barcelona).

Por Alejandro Cannizzaro