«La repatriación de restos viene a revertir un historial de colonialismo científico»

En las últimas horas se conoció la noticia de que el gobierno francés aceptó repatriar los restos del Liempichun Sacamata, profanados por el explorador francés Henry de La Vaulx en el año 1896. El Diario entrevistó a Julio Vezub, historiador, investigador del CONICET, director del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH) con sede en el CENPAT, quien fue quien encontró el cráneo del Liempichun en un museo parisino: «Me genera una gran alegría, mucha emoción. Considero que es un evento importantísimo que viene a revertir en parte un largo historial de colonialismo científico, no solamente en la relación entre países europeos con la región patagónica, sino también en el plano nacional, porque las prácticas que dieron por resultado la profanación de tumbas y llevarse restos humanos y ajuares funerarios a Francia era moneda corriente entre los antropólogos y científicos naturalistas de fines del siglo XIX como Francisco Pascasio Moreno y sus colecciones en el Museo de La Plata».

Botín a Europa

Liempichun Sacamata era hijo y sobrino de dos caciques y todo parecía indicar que su destino era ser cacique, pero falleció muy joven. Por su parte, Henry de La Vulx, «era un joven conde francés, que por mandato del Ministerio de Cultura y Educación de Francia recorrió la Patagonia a la búsqueda, no solo de restos humanos, sino también de artefactos culturales que pudieran explicar la historia del poblamiento humano en la región». De La Vaulx tenía 27 años y durante de su expedición de 16 meses por la Patagonia profanó varias tumbas, cargó todo el botín y lo envió a Francia. Así es como el Museo del Hombre de París conserva doce esqueletos completos provenientes de esta expedición y un total de cien cráneos.

Encuentro

Más de cien años después es que Julio Vezub hace su aparición en esta historia que él mismo cuenta: «En el año 2006 yo era becario posdoctoral aquí en el CENPAT y armé una pasantía para tratar de encontrar los restos y objetos de esta colección. Cuando fui me encontré con que el viejo Museo del Hombre se había dividido y se formó un nuevo museo y ya en el 2009 monté un proyecto colaborativo con ellos y financiado por el gobierno de París para investigar estas colecciones». Luego de tres meses de trabajo, Vezub tomó contacto con los esqueletos y los cráneos y ahí fue donde logró encontrar el cráneo que, escrito en francés, dice: «Hijo del cacique Liempichun, sobrino del cacique Sacamata».

Largo reclamo

Al regresar a Puerto Madryn, Julio Vezub le contó sobre lo encontrado a Ángel Ñanco Sacamata, vecino de la ciudad, quien, a su vez, se puso en contacto con las comunidades del oeste provincial para comenzar con el reclamo de repatriación: «Comenzó por el año 2012, fue una larga intervención y a mí me tocó de oficiar como interlocutor científico de parte del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y el Ministerio de Relaciones Exteriores, para dialogar con mis pares de Francia a propósito de esto. Después hubo toda una avanzada diplomática que fue dando este resultado».

Cambiar al interlocutor

Mirando hacia adelante, respecto a qué podría ocurrir con futuros reclamos, el historiador del CONICET dijo: «Los últimos 20 años vienen siendo repetidas las experiencias en esta dirección. La antropología, la ciencia mundial, se ha dado cuenta que debe modificarse la forma en que se hacen las preguntas científicas debe modificarse y debe modificarse el interlocutor que deben ser las personas que se consideran herederas de esa memoria histórica. Seguramente, una vez que se obtenga este resultado tan importante, las comunidades irán por más». Finalmente, a la hora de pensar cómo será el momento en que los restos de Liempichun Sacamata lleguen al oeste chubutense, Julio Vezub dijo: «Ya tengo pedida la camioneta del CENPAT con el tanque lleno porque no me quiero perder ese momento, vamos a estar en Choiquenilahue. Cómo se va a dar es un misterio, será una sorpresa»

Fuente: www.eldiarioweb.com